ARTESANIAS...Mates tallados y pintados a mano Bombillas de caña hechas a mano y decoradas CON TODO CARIÑO
sábado, 25 de diciembre de 2010
sábado, 11 de septiembre de 2010
compartiendo...(gracias Val y Ale por enviar esta foto )
muy agradecida..y queria compartirlo con ustedes...
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Tupananchiskama (Fraternalmente), uma
jueves, 22 de julio de 2010
MOMENTOS ESPECIALES..
Una amiga me envio esto..anduvo "interneteando" ..
y lo queria compartir con ustedes, un poco de historia..
libro "Breve Historia de etapas de Cosquista"(1612), los indios
Guaraníes llevaban, junto a las armas, unas pequeñas bolsas de cuero
("guayacas") en los que guardaban hojas de yerba mate (Ilex
paraguariensis) triturada y tostada que masticaban o colocaban en una
calabaza con agua y sorbían ya sea usando sus dientes como filtro o
por medio de un canuto de caña. Según los españoles estas hojas les
daban mayor resistencia para las largas marchas o en las labores
diarias.
martes, 20 de julio de 2010
hola...¿Unos mates?..
Pero no es una bebida. En este país nadie toma mate porque tenga sed.
Es más bien una costumbre, como rascarse.
El mate es exactamente lo contrario que la televisión: te hace
conversar si estás con alguien, y te hace pensar cuando estás solo.
Cuando llega alguien a tu casa la primera frase es 'hola' y la
segunda: '¿unos mates?'.
Esto pasa en todas las casas. En la de los ricos y en la de los
pobres. Pasa entre mujeres charlatanas y chismosas, y pasa entre
hombres serios o inmaduros.
Pasa entre los viejos de un geriátrico y entre los adolescentes
mientras estudian.
Es lo único que comparten los padres y los hijos sin discutir ni
echarse en cara.
Peronistas y radicales ceban mate sin preguntar.
En verano y en invierno.
Es lo único en lo que nos parecemos las víctimas y los verdugos; los
buenos y los malos.
Cuando tenés un hijo, le empezás a dar mate cuando te pide. Se lo das
tibiecito, con mucha azúcar, y se sienten grandes. Sentís un orgullo
enorme cuando un esquenuncito de tu sangre empieza a chupar mate. Se
te sale el corazón del cuerpo.
Después ellos, con los años, elegirán si tomarlo amargo, dulce, muy
caliente, tereré, con cáscara de naranja, con yuyos, con un chorrito
de limón.
Cuando conocés a alguien por primera vez, te tomás unos mates. La
gente pregunta, cuando no hay confianza: '¿Dulce o amargo?'. El otro
responde:'Como tomes vos'.
Los teclados de Argentina tienen las letras llenas de yerba. La yerba
es lo único que hay siempre, en todas las casas. Siempre. Con
inflación, con hambre, con militares, con democracia, con cualquiera
de nuestras pestes y maldiciones eternas. Y si un día no hay yerba, un
vecino tiene y te da.
La yerba no se le niega a nadie.
Éste es el único país del mundo en donde la decisión de dejar de ser
un chico y empezar a ser un hombre ocurre un día en particular.
Nada de pantalones largos, circuncisión, universidad o vivir lejos de
los padres.
Acá empezamos a ser grandes el día que tenemos la necesidad de tomar
por primera vez unos mates, solos.
No es casualidad. No es porque sí.
El día que un chico pone la pava al fuego y toma su primer mate sin
que haya nadie en casa, en ese minuto, es que ha descubierto
que tiene alma.
El sencillo mate es nada más y nada menos que una demostración de valores...
Es la solidaridad de bancar esos mates lavados porque la charla es buena.
Es querible la compañia.
Es el respeto por los tiempos para hablar y escuchar, vos hablás
mientras el otro toma y es la sinceridad para decir:
¡Basta, cambiá layerba!'.
Es el compañerismo hecho momento.
Es la sensibilidad al agua hirviendo.
Es el cariño para preguntar, estúpidamente, '¿está caliente, no?'.
Es la modestia de quien ceba el mejor mate.
Es la generosidad de dar hasta el final.
Es la hospitalidad de la invitación.
Es la justicia de uno por uno.
Es la obligación de decir 'gracias', al menos una vez al día.
Es la actitud ética, franca y leal de encontrarse sin mayores
pretensiones que compartir.
¿TE SENTISTE INCLUÍDO?
Compartilo entonces con quienes alguna vez tomaste un mate o con
aquellos que te gustaria tomarte unos mates...
jueves, 15 de julio de 2010
CURACIÓN PARA MATE:
1) lave el interior de la calabaza o porongo con agua muy caliente
quitandole la cutícula adherida a las paredes. Escúrralo, déjelo
enfriar y cargue el mate con yerba nueva, fuerte, sin palo hasta
cuatro quintas partes del recipiente. Humedezca la yerba con agua fria
repetidas veces, hasta que se hinche su volumen. Mantenga la humedad
constante durante tres días, siempre con agua fría.
2) lave el mate quitándole la totalidad de la yerba, y déjelo secar,
esto es muy importante.
3)coloque yerba nueva hasta las cuatro quintas partes. y durante dos
días humedézcalo con agua caliente cada vez.
4)al cabo de estos cinco días de curado del mate, puede comenzar a usarse.
NOTA: para fijar y dar sello al procedimiento anterior se debería
cebar el primer mate una madrugada en que haya luna en el cielo.
Tupananchiskama (Fraternalmente), uma
LEYENDA GUARANÍ DE LA YERBA MATE
Dicen los ancianos que viven en los yerbatales que... cierta vez, una
tríbu nomade resolvió dejar el lugar ocasionalmente que habían ocupado
en las laderas de una sierra. Lugar del que surgen las aguas del
arroyo tabay. Sin embargo alguien de ellos, Yará, un índio de avanzada
edad, ya agobiado de correrías no se encontraba en condiciones de
seguir a su pueblo de incontenible espiritu errante.
Y ahí se quedo " ya no tengo fuerzas para cambiar de morada -explico-
sólo les pido que se lleven a mi hija Yaríi, cuya juventud merece la
compañia de otros jóvenes y no esta soledad" pero la joven afirmó:
"estaré donde tu estés; seré tu hija y tu hijo a la vez: aprederé a
cazar como hombre y a guisar como mujer" construyo con sus manos un
primitivo refugio en la naciente del susurrante arroyo, acompañado de
su hija, quien se negó a abandonarlo. su padre, agradecido rogaba a
Tupá que recompensara a la joven por tantos desvelos.
Fue un atardecer, magia de arrebolados fulgores del ocaso en las
sierras, cuando se apareció a los solitarios refugiados, un personaje
extraño. el visitante tenía un raro color de piel y una sorprendente
indumentaría que no lo asemejaba a nadie de esos lugares. Pero padre e
hija a pesar de su asombro fueron cordiales con el insusitado
peregrino. Su hospitalidad se extremo hasta brindar al reción llegado
los manjares locales, el aguti y el tambo, que en un improvisado fuego
de ramas había preparado el viejo.
Yaríi y Yará habían puesto a disposicón del desconcido todo cuanto
poseían, generosa y desinteresadamente, tal como hacen desde siempre
lo hijos de estas tierras que hablitamos. Y he aqui que se produjo lo
inesperado.
El extraño resulto ser un enviado de Tupá, el dios del bien, quien
siempre realiza visitas adoptando apariencias distintas. este
represntante del dios generoso, agradecido por la desinteresada
hospitalidad con que se lo atendió quiso dejar a la joven y al su
padre algo que les sirviera, un presente milagroso y eterno.
El hechizo de este presente consistía en que siempre dispondrian de un
medio para brindar un agasajo a quienes los vistaran y les sería útil
además, para paliar la prolongada soledad en ese agreste refugio, que
era su mundo. A fin de concretar tan excepciónal presente el
representante de Tupá, hizo brotar en la selva una nueva planta, y les
enseño a "sapecar" las ramas de la misma al fuego. Y los secretos del
preparado de la amarga y estimulante infusión que con el tiempo sería
el gesto de bienvenida en todos los hogares del sur.
Cuando el agradecido peregrino creo la nueva planta Caá, nombro a la
bella joven su diosa protectora y a su padre el custodio. a estos
dioses que amparan el yerbatal, instituido por Tupá, se los conoce
como Caá Yaríí y Caá Yará. la hermosa joven y su anciano padre
perpetúan como dioses el mismo gesto que su corazón les dictaba
ejercer como humildes mortales.
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Tupananchiskama (Fraternalmente), uma